No es para nada extraño el como la señorita que no se llama vida, hace lo que quiere con nosotros/as; mortales de este mundo e soñadores/as del existir.

Por ejemplo, quien no escribe, hace un tiempo tuvo la oportunidad de conocer a una mujer, que con su simpleza lo inundó todo. De hecho, la frase que habla de que el jugaba para no perder, y ella hacía trampas para no ganar, es exactamente lo que sucedió en una tarde ya tan lejana de mayo o junio, donde un simple juego de cartas fue la cercanía al paraíso de lo simple, pero no por ello simplista.

Sin embargo, como nunca, lo hecho todo a perder. Y sus zapatitos de tacón no quisieron terminar de bailar esta hermosa canción. No por nada el no venía de ningún país, y ella iba camino de cualquier parte, si por todo en sus ojos podía reflejar la alegría naciente, que sin quererlo casi la vuelve inerte.

Sea como fuere, la vida le puso una nueva oportunidad para intentar poder bailar junto a ella el Rock And Rol de los idiotas, una canción que es sólo para los elegidos, de lo simple pero no de lo simplista.

PD: Al fin encontré trabajo!