¿Diferentes caminos?, un mismo destino

Dentro de poco se viene el partido entre Brasil y Chile. Así terminó el partido entre brasileños y chilenos; lo mismo de siempre; que increíble.

Es recurrente el ver que este tipo de frases son, pero tan usables en cualquier momento, y cualquier ocasión. La vida pareciera ser diferente, pero en realidad es siempre lo mismo, en que la forma al cambiar le da paso a un fondo común.

Y es que la Biblia, la Torá o el Corán si bien en diferentes lenguas y por diversos caminos, llevan consigo el mismo destino: Ser feliz y hacer el bien, para un buen día continuar en la vida eterna el recorrer.

Eso piensa y cree mi mente, ¿pero acaso alguien me lo preguntó?



¿Qué es sujeto de...?

Hoy en la tarde tras ver que Chile luego de no sé cuanto tiempo –y tanta, pero tanta cerveza amarga tras la derrota- volvía a ganar en un mundial de fútbol nuevamente, me dispuse a revisar algo que es lo más próximo que a de existir a la comunicación mental.

El correo electrónico o e-mail, que ya sea porque yo lo tengo en formato HTML o que no veo muy bien prescinde casi completamente de imagen para comunicar, a tiempo que enaltece la caligrafía virtual:

“¿Tenías tiempo sin escribir? yo te descubrí ayer y me parece genial tu blog. Es un tanto molesto que hables de opiniones que no te piden. No se si sea contraproducente
Pero ahora si hay alguien que si bien no te pide tu opinión, quiere saberla”, era lo que impávido mis ojos y oídos tenían delante de si, y digo delante, ya que los parlantes de mi PC (¿me refiero al ordenador, no al partido?) están de lado de la pantalla, no detrás.

Sea como no fuere, me quedé por un rato (2 melodías y un minuto) pensando en qué sería de ser sujeto a ser considerado como contraproducente o qué sujeto contraproducente sería considerado.

Creo que en los últimos están todos quienes tengan algún miedo o medio de comunicación delante o tras de si, ya que éstos si bien crean y producen, van siempre con el prefijo RE delante.

Respecto a que ser no es sujeto de lo contraproducente, al parecer no existe. Al parecer, simplemente, es en lo paradójico donde encontramos amparo, sino preguntarse el por qué a veces hay que estar triste para saber que se estuvo bien.

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Mucho rato sin escribir, pero que va un nuevo comentario no me tiene otra vez aquí:
Dentro de un rato jugará Chile su primer partido en el mundial. El evento es interesante por donde se le mire; muchos televisores, menos fanáticos disfrutando de quien sabe qué.

Un par de testigos son los enviados del canal TVN. Los nombres dan lo mismo, lo comentado es lo llamativo:

–que lástima que no pudiesen retirar esas cornetas condenadas
– sí, le quitan todo lo mágico al fútbol.

No sé a ustedes, y acá va otra opinión sin que nadie la pida, creo que sacar esas condenadas trompetas es como si uno fuese invitado a otra casa y reclamase por las costumbres propias de quien invita.

A veces lo que nos molesta termina siendo señal de lo que debemos atender. Otra, no creo, marcan lo que es prescindible de continuar, donde sepa quien si las vuvuzelas (o vuvuchelas) se deben quitar o no.