lo que puede pasar?

Él, un tipo venido de ninguna parte, buscó por todos los medios ser feliz, ella venida desde el mismísimo cielo, nunca quiso ser buscada.

Así días, horas, minutos, segundos y residuos de esperanza se eran desperdigados por todo lo bajo de las alturas.

Lo que él no sabía (simplemente porque no quería), era que ella se iría para no volver nunca más.


PD: mañana no contaré de que va mi trabajo...

el fuego es igual al vuelo?

El fuego es un elemento que ha estado presente desde siempre en la humanidad. Para pocos no es un misterio, por ejemplo, que personas como quien escribe, ilustran varias de sus experiencias de vida a través de sus flamas. Así también, para muchos no es cierto, que gracias a su poder, se puede lograr aumentar la alegría.

Volviendo a mi experiencia, más de alguna vez he estado próximo a incendiar mi casa, baño, ropa, yo mismo… próximo a perpetuar la magia de su luz a mi alrededor; próximo a poder contemplar de manera más cercana –y un poco más permanente- sus formas.

Formas que al igual que su contrario: el agua, es capaz de adaptarla a lo que más le convenga, o lo que es mejor; a lo que más le parezca. No por nada tiene mil apariencias a tiempo que ninguna es completamente clara. Tiene mil recipientes, más ninguna morada.

Poco importando si su calor ahoga, para bien o para mal. Si es para este último caso, serán las brazas de lo amargo las que lo contengan. Si es en el primero, será el fervor de la pación lo que se desgane de todo.

Así pocos saben y menos sienten, que las verdaderas ataduras –incluso las provistas de un calor un tanto anaranjado- no son otra cosa que la dama ya tan extraviada llamada confianza. Dama que a veces termina sucumbiendo en la sed de la libertad, pero no de la que todos buscan, sino de la que nadie encuentra.

Porque la verdadera libertad –por lo menos para mí- se representa al estar atado a personas, de las cuales el infame sistema no duda en catalogarlas como innecesarias para los fines de cada quien. Pobre de ellos, no sienten. No saben, que el producir no es sinónimo de acaparar…

Sea como sea, les invito a escuchar esta canción y no esperar a que les escriba de que va mi trabajo.

el fuego es igual al vuelo?

El fuego es un elemento que ha estado presente desde siempre en la humanidad. Para pocos no es un misterio, por ejemplo, que personas como quien escribe, ilustran varias de sus experiencias de vida a través de sus flamas. Así también, para muchos no es cierto, que gracias a su poder, se puede lograr aumentar la alegría.

Volviendo a mi experiencia, más de alguna vez he estado próximo a incendiar mi casa, baño, ropa, yo mismo… próximo a perpetuar la magia de su luz a mi alrededor; próximo a poder contemplar de manera más cercana –y un poco más permanente- sus formas.

Formas que al igual que su contrario: el agua, es capaz de adaptarla a lo que más le convenga, o lo que es mejor; a lo que más le parezca. No por nada tiene mil apariencias a tiempo que ninguna es completamente clara. Tiene mil recipientes, más ninguna morada.

Poco importando si su calor ahoga, para bien o para mal. Si es para este último caso, serán las brazas de lo amargo las que lo contengan. Si es en el primero, será el fervor de la pación lo que se desgane de todo.

Así pocos saben y menos sienten, que las verdaderas ataduras –incluso las provistas de un calor un tanto anaranjado- no son otra cosa que la dama ya tan extraviada llamada confianza. Dama que a veces termina sucumbiendo en la sed de la libertad, pero no de la que todos buscan, sino de la que nadie encuentra.

Porque la verdadera libertad –por lo menos para mí- se representa al estar atado a personas, de las cuales el infame sistema no duda en catalogarlas como innecesarias para los fines de cada quien. Pobre de ellos, no sienten. No saben, que el producir no es sinónimo de acaparar…

Sea como sea, les invito a escuchar esta canción y no esperar a que les escriba de que va mi trabajo.

No es para nada extraño el como la señorita que no se llama vida, hace lo que quiere con nosotros/as; mortales de este mundo e soñadores/as del existir.

Por ejemplo, quien no escribe, hace un tiempo tuvo la oportunidad de conocer a una mujer, que con su simpleza lo inundó todo. De hecho, la frase que habla de que el jugaba para no perder, y ella hacía trampas para no ganar, es exactamente lo que sucedió en una tarde ya tan lejana de mayo o junio, donde un simple juego de cartas fue la cercanía al paraíso de lo simple, pero no por ello simplista.

Sin embargo, como nunca, lo hecho todo a perder. Y sus zapatitos de tacón no quisieron terminar de bailar esta hermosa canción. No por nada el no venía de ningún país, y ella iba camino de cualquier parte, si por todo en sus ojos podía reflejar la alegría naciente, que sin quererlo casi la vuelve inerte.

Sea como fuere, la vida le puso una nueva oportunidad para intentar poder bailar junto a ella el Rock And Rol de los idiotas, una canción que es sólo para los elegidos, de lo simple pero no de lo simplista.

PD: Al fin encontré trabajo!


Dulce condena

No es extraño el periplo del vivir. No es creíble el momento del existir. Yo aquí esperando nada, aquí viviendo todo.

Lo del trabajo nunca llega como eso del día en que la democracia sirva en verdad para algo más, que hacer que nadie se ilusione con todo.

Esta es una buena canción sin embargo y vean ustedes que les provoca:

las cosas que no parecen lo que no son

No sigo acá sin saber quien fui, sin preguntar donde no estoy. Parece que finalmente, di con un trabajo o algo similar. Sólo me queda esperar para ver de qué se trata.

Hablando de eso –o escribiendo- hay algo que me parece algo: ¿por qué todo tiene que parecer?

Ya no lo decía nadie: “sigue los patrones y verás que obtienes razones”, pero yo pregunto: ¿Qué patrones? Los que se deben seguir para optar a entender un hecho, o los que hay que seguir para poder comprar algún pertrecho.

No sea como fue alguna vez, lo incierto es que las cosas siempre no son lo que parecen y si no creen, vean esto: