luego de pocos días.

Luego de pocos días, volvemos a este lugar. En la búsqueda de un trabajo, esto fue lo que entregué para que vean como escribo:

Hay cosas que no tienen precio, para lo demás está soñarEl fin de semana que recién acaba de terminar, con un grupo de mis amigos fuimos por unas cervecitas. Todo iba de maravillas, teníamos el maní, las papas fritas pero, al momento de pagar por la java de improviso vimos que nos faltaban cerca de $2000. Lo primero que me pasó por la cabeza, es que debo definitivamente dejar de tomar tanto, porque sin cuestionarme nada, puse al poso parte de las monedas que tenía destinadas para costearme la alimentación de toda la semana.

Allí fue como pude darme cuenta de que las palabritas del ministro de hacienda Andrés Velasco, a veces hay que tomarlas algo en cuenta. No por nada es quien maneja la billetera con más monedas del país (después de Piñera claro está). Allí tuve que empezar a comprender que en realidad si importa escuchar al personaje encargado de indicar si con $1000 podremos volver a comprar un kilo de pan, junto a su respectiva gaseosa y su resto de mortadela, o si por el contrario, ya habrá que resignarse a ir por tan sólo medio kilo y la fiel margarina.

¿Pero que dice el tío Velasco?

Básicamente que todo podría estar peor de lo que está, que la economía de la tierra de Jorge González, Roberto Bolaño y Leo Caprile, tiene mucho, pero mucho dinero guardado para enfrentar estas eventualidades, que hablan de cerca de un 25% de aumento en los costos del existir.

Costos que hacen que tipejos -como quien escribe- tengan que desembolsar cada vez más dinero para pagarse los vicios (no los que son de chocolate, incierto está), pero que sin embargo, a personitas como las que leen este Texto (?) hacen que tengan que optar entre comprar el pan o el fiel detergente para lavar; entre un buen jabón, o el rico jamón.

Y es que mi tío Velasco, junto al resto de la familia política nacional, no tienen que decidir si entre comprar estas cosas, o llevar otras. Ellos en cambio, se las llevan todas, ya que sus dudas van respecto a que lugar en sus despensas estas deben ocupar, no baya a ser cosa que se pierdan dentro de la inmensidad del poder decidir.

¿Qué nos depara el futuro?

Primero a quien escribe, ver de donde sacar dinero para poder acompañar los fideos con otra cosa que mi soledad. Segundo, a los actores políticos entender de una buena vez que las grandiosas cifras macroeconómicas que hablan de que el sueldo per cápita en chile alcanza a cerca de unos 15000 dólares de la moneda de loo reed y Bob Dilan, que sitúa al país como una de las economías más importantes de la región, omite que estos se encuentran repartidos en menos del 5 % de la población.

Finalmente, a usted amable lector/a arrojar estas letras al vacío, que tan sólo proporciona la reflexión inlúcida del contemplar. Y ver que la vida es demasiado corta para sufrir y que si hoy no tiene para el disfrute, favor mañana no elegir a quien sólo le entregue disguste. Ya no lo dice una propaganda de una extraña forma para acceder a los diversos productos provistos para el sobrevivir: hay cosas que tienen precio, para todo lo demás están las ganas de soñar…