Dulce condena

No es extraño el periplo del vivir. No es creíble el momento del existir. Yo aquí esperando nada, aquí viviendo todo.

Lo del trabajo nunca llega como eso del día en que la democracia sirva en verdad para algo más, que hacer que nadie se ilusione con todo.

Esta es una buena canción sin embargo y vean ustedes que les provoca:

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